Los chilenos conocemos por experiencia propia, terrible y trágica, lo que hoy vive el pueblo y el Gobierno democrático de Bolivia.
Como bien refiere la Declaración de La Moneda firmada por todos los países sudamericanos, al recordar "los trágicos episodios que hace 35 años en este mismo lugar conmocionaron a toda la humanidad", el camino de de la desestabilización y el golpismo, comienza con la violencia terrorista y criminal que bajo dirección estadounidense organizan los grupos patronales y orquesta la prensa servil.
Valoramos la declaración de la Cumbre de UNASUR. Expresa un claro apoyo al Presidente Morales y a su Gobierno y un claro rechazo a todo intento golpista, a la violencia patronal y a la masacre de Pando provocada por estos sectores y toda intervención extranjera, junto con defender la integridad territorial boliviana y la defensa irrestricta de los Derechos Humanos que los prefectos rebeldes ya están violando.
Que los países de América del Sur se unan frente a la agresión que hoy sufre el pueblo y el Gobierno Boliviano es una buena señal de solidaridad y, a su vez, un mensaje a los afanes imperiales de desestabilizar los gobiernos democráticos progresistas que los pueblos del subcontinente han elegido por sólidas mayorías.
Por lo mismo no puede extrañar que la derecha chilena reaccione molesta. Nunca ha creído en la democracia, su alma golpista permanece intacta.
Nueva Izquierda manifiesta su total solidaridad con el Gobierno y el pueblo boliviano, y con todos las democracias que sufren formas de agresión internas o externas. La oposición política no puede ser sustento para la destrucción ilegítima de procesos que buscan generar en sus pueblos mayor igualdad, mayores derechos e independencia real.
Como Nueva Izquierda adherimos a las muestras de solidaridad con el país hermano y llamamos a continuar en el camino de la integración latinoamericana.
